TÉCNICA TOMATIS Y LA HIPERACTIVIDAD, DIFICULTADES DE ATENCIÓN Y DE LECTURA

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Cuando Alfredo llegó a nuestra consulta tenía serias dificultades con la hiperactividad, atención y de lectura. Tampoco lograba concentrarse para leer y su voz era muy ronca para su edad, tenía 6 años.

Primer test (antes de la terapia)

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En él se puede apreciar con facilidad la falta de simetría que existe entre el oído derecho y el oído izquierdo, que a su vez se corresponden con el hemisferio izquierdo y con el hemisferio derecho cerebral respectivamente y que influían decisivamente en el equilibrio físico y en la falta de atención y concentración de Alfredo debido a la baja energía que le producía la falta de armonía en las curvas tanto aérea- comunicación con los demás, como ósea- comunicación conmigo mismo- , tres cierres de selectividad en el oído izquierdo, y cuatro en el derecho- las rayas que están situadas arriba y que nos indican el grado de objetividad con que recibe su cerebro la información. Cierres espaciales en ambos oídos, rayas rojas de abajo- que nos están hablando de su relación con el espacio- delante, atrás, etc. y de las edades aproximadas a las que se produjeron esos bloqueos y los órganos del sistema nervioso que fueron afectados.

Test final (después de la terapia)

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Dado que se trata de un niño de 6 años y por lo tanto la cantidad de experiencias acumuladas en su sistema nervioso todavía no es muy grande el progreso ha sido muy rápido, la evolución ha sido francamente buena, en tan poco tiempo. Se observa la armonía actual de las curvas tanto aérea como ósea, la selectividad se ha abierto casi por completo, los cierres espaciales persisten, pero han disminuido. Ha cambiado su voz, antes muy ronca, por una voz acorde con su edad y mucho más armoniosa, está mucho más calmado, es mucho más fácil entablar diálogos coherentes con él. Ha mejorado la lectura. El ambiente familiar ha mejorado con todos los cambios que se han producido en él. El tratamiento no ha finalizado continuará todavía durante otras 30 sesiones de media hora, para afianzar estos cambios, si fuese necesario se repetiría una tercera vez de 30 sesiones de media hora. Pero lo que hay ahora es ya un gran avance, un gran logro con relación al primer Test de Escucha.

Un niño que cierra su oído por cualquier razón, va a tener grandes dificultades de aprendizaje, especialmente en la adquisición de la lecto-escritura.

Constatamos enseguida:

– Un retiro social y un problema en la comunicación.
– Un retraso en el lenguaje.
– Una dificultad del aprendizaje de la lectura y de la escritura – Confusiones de letras inversiones, lentitud… típicas de la dislexia.
– Dificultades con la lateralidad, el espacio, el tiempo y la psicomotricidad.
– Un comportamiento agitado o inapropiado, como en el caso de la hiperactividad, ésta o la dislexia por poner dos ejemplos típicos, son solo la punta del iceberg donde hay un problema de escucha y comunicación.