Recordemos que al principio de sus investigaciones, el doctor Alfred A. Tomatis descubrió y enunció la siguiente ley: “ La voz no contiene más que aquello que el oído es capaz de analizar”. De ello se deduce que una mala escucha generará problemas en la voz y podrá dificultar el acceso a un instrumento de música.

Una cualidad que invariablemente destaca en los músicos es que perciben mejor las frecuencias agudas que las graves. Los tests de escucha presentan una curva más o menos ascendente entre los 125 y 4000 Hz. o incluso 6000 Hz. para recaer ligeramente en la zona más aguda.

Por otra parte, es esencial la lateralización auditiva porque usar el oído derecho como oído rector favorece la eficacia del control audiovocal y permite óptimos resultados en el análisis fino del sonido y sus cualidades.

De este campo de aplicación de la Terapia de la Escucha se pueden beneficiar especialmente aquellas personas que deseen optimizar sus dones naturales.
A los artistas del canto y los músicos les permitirá un mejor control audiovocal y mejorar el ritmo y el timbre.
A los artistas del teatro y de la danza verán como su psicomotricidad y su expresión corporal se ve favorecida.
Todas las personas del mundo de las relaciones humanas o aquellas cuyas profesiones necesiten de un buen uso de la palabra y de la comunicación oral.

A través de la Terapia de la Escucha se mejora

  • La calidad del timbre y el ritmo y la afinación así como la postura y la respiración.
  • La vocalización y el control vocal.
  • La toma de conciencia corporal en el diálogo con un instrumento.
  • El potencial creativo.

Ver Cápitulo IV del libro: «El oido captor de control»

 

Ejemplo de trabajos vocales: